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viernes, 27 de mayo de 2016

Entender cómo te cuentas la película (4 de 6)

(Seis pasos para pasar de vivir con ansiedad a vivir disfrutando de la vida 4 de 6)
¿Cómo puede ser que sufrir un atasco en la carretera se traduzca en un dolor de cabeza o en acidez de estómago?
 ¿Por qué no todos los conductores del mismo atasco sufren el mismo dolor de cabeza, e incluso algunos no sufren absolutamente nada?
¿Cual es el mecanismo por el que cosas que ocurren en el exterior se convierten en emociones desagradables?

Probablemente lo has adivinado. Lo que diferencia a unas personas de otras en ese atasco es la manera que tienen de interpretar lo que está ocurriendo.

No es igual pensar: 
  • Qué horror, esto es insoportable, esto no es vida (genera tristeza, desesperación)
  • Ya tendría que haber llegado, me estarán esperando, me juzgarán mal. (genera miedo)
  • No hay derecho, esto no ocurriría si las carreteras estuvieran bien pensadas (genera enfado)    
que pensar:

  • Vaya, un atasco. Qué le vamos a hacer, ya llegaré, (genera paciencia)
  • Esto es un imprevisto, es inevitable, lo entenderán. (genera confianza)
  • Vamos a distraernos con la radio. (genera tranquilidad)

¿Ya hiciste tu lista de estresores? Hoy te propongo escoger uno de ellos e indagar cómo te lo cuentas, después quizá puedas encontrar pensamientos alternativos, que te permitan sentirte de manera distinta.


jueves, 12 de mayo de 2016

Identificar estresores (3 de 6)

(Seis pasos para pasar de vivir con ansiedad a vivir disfrutando de la vida 3 de 6)
Una vez que tenemos las herramientas para sobreponernos a este estado generalizado, nos va a ser más fácil identificar cuáles son concretamente los elementos o circunstancias que activan nuestra respuesta de estrés exagerada.
Estos factores pueden ser externos a nosotros, amenazas reales, o exigencias del entorno para las que realmente no tenemos recursos suficientes con los que afrontarlas, pero también pueden ser internos: obligaciones autoimpuestas, autoexigencia y crítica a nosotros mismos.

Hay 3 cosas que podemos hacer una vez identificados esas fuentes de estrés:
  1. Hacer cambios para evitarlas o aminorarlas
    Ejemplo. Si me estresa la caravana de todas las mañanas y perder el tiempo en la carretera, puedo intentar salir antes (a veces 5 minutos de madrugar más se traducen en 20 menos de embotellamiento), o tomar un transporte público si lo hay.
  1. Aceptar lo inevitable.
    Ejemplo: Ya he probado lo anterior y no hay manera de evitar la caravana. Puedes elegir entre aceptar que esto es lo que hay, , y que no tiene sentido enfadarse todas las mañanas porque va a seguir siendo así por mucho que te enfades.
  2. Sacar provecho y acomodarte a lo inevitable haciéndolo lo más llevadero posible.
    Ejemplo: Puedes dedicarle ese tiempo parada en la carretera a seguir un curso de idiomas en MP3, oir tu musica favorita o a practicar la respiración consciente y cumplir así ese propósito de meditar a diario que ya ni recuerdas.

Esta semana te propongo escoger un día para estar atento y apuntar todo aquello que te genera estrés. Quizá te sorprenda darte cuenta de que en muchas ocasiones no son las circunstancias a las que nos enfrentamos lo que nos causa estrés, sino la forma en que las interpretamos. Seguiremos hablando de esto en más ocasiones.