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jueves, 31 de enero de 2019

Clase demostrativa de Auto Relajación Consciente

¿Quieres conocer Auto Relajación Consciente? El miércoles 13 de febrero daré una clase gratuita en Yoga4Caminos (Madrid), para quienes queráis conocer de cerca la metodología.
Hablaremos del desarrollo del curso y sobre todo, haremos varias prácticas para que podáis experimentar el tipo de ejercicios que conlleva.
Las plazas son limitadas y se precisa reservar previamente.

 Si quieres asistir, por favor envía un correo a info@controldelestres.es para reservar tu plaza.
 

Puedes leer más sobre Auto Relajación Consciente  aquí

jueves, 24 de enero de 2019

¿Voluntad o responsabilidad?

Ayer, en la clase de profundización de ARC salió el tema de la fuerza de voluntad necesaria para dedicar unos minutos al día a tu práctica, ya sea relajación, meditación, o autohipnosis.
Yo creo que en la mayor parte de las veces no es un tema de voluntad. Seguramente tienes voluntad para levantarte cada día a pesar del sueño, ducharte aunque tengas frío, o trabajar después de comer aunque preferirías dormir una siesta. Si tienes fuerza de voluntad para estas cosas, tienes fuerza de voluntad también para las demás.

¿Qué hace que ni nos planteemos fallar en estas tareas? El sentido de la responsabilidad. 
Y, ¿Cuándo consideramos que debemos ser responsables? Cuando la tarea en sí es importante para nosotros.

 Esto nos lleva a pensar que si no sacamos tiempo para nuestra práctica diaria es porque dentro de nuestra escala de valores, el autocuidado y la introspección no son importantes.


Quizá, el objetivo no es tirar de fuerza de voluntad, sino poner atención en cómo estamos haciendo esa escala, y qué estamos priorizando en nuestra vida.

Las personas que, aunque sea durante un tiempo, practican o han practicado alguna vez, saben cómo el estado de bienestar general mejora. Aparece la capacidad para no verse sobrepasado por los acontecimientos, mayor claridad mental, y también mayor alegría sin necesitar muchas razones objetivas, y todo esto hace que seamos, además de más felices, más eficaces.

¿No es lógico por tanto, que en nuestra escala de valores, el autocuidado suba unos peldaños?

Robin S. Sharma en “El monje que vendió su Ferrari” hace la comparación con la persona que no se para a echar gasolina porque tiene mucha prisa en llegar…

Si nos paramos a pensar, quizá lo único importante para hacer bien las cosas es... estar bien.

domingo, 13 de enero de 2019

Ser menos autómatas


Uno de los inconvenientes de andar por la vida “como pollo sin cabeza” es que no ponemos atención en los automatismos. No nos damos cuenta de a qué obedecen determinados pensamientos o conductas, porque mientras nuestra mente consciente está en otro lugar, o en otro tiempo, nuestra mente inconsciente nos hace actuar de una forma determinada, dirigida por estereotipos, creencias o rutinas que tal vez no sean las más adecuadas en todas las situaciones. Por eso, desde el mindfulness se hace hincapié en la necesidad de estar presente. 
 
Como muestra de la influencia de tantos factores a nuestro alrededor de los que no somos conscientes, hay un curioso estudio en el que se solicitó a un grupo de personas realizar una serie de tareas manejando conceptos relativos a la vejez, (palabras como arrugas, testarudo o jubilado). En un análisis inmediatamente posterior se comprobó que estas personas ¡caminaban más lentamente que antes del ejercicio!

Por otra parte, todos sabemos que  también nuestro propio estado de ánimo en un momento determinado influye a la hora de pensar o tomar decisiones y sólo si somos conscientes de que esto ocurre podemos liberarnos de esa influencia.

La práctica meditativa nos ayuda a estar más presentes, a identificar las posibles influencias, a entender mejor qué mecanismos operan en nosotros además de la pura voluntad. En definitiva, nos libera.




Si te interesa el estudio citado, puedes descargarlo aquí

jueves, 10 de enero de 2019

¿Cómo es que nos importan tanto nuestras relaciones sociales?

Imagina que reenvías un comentario, chiste, o información que te parece interesante en un grupo de whatsapp y que nadie te contesta, tu  comentario pasa desapercibido y queda enterrado por montones de intervenciones posteriores. ¿Cómo te sientes?
En el contexto de las redes sociales es especialmente evidente cómo nuestra naturaleza es social.

Tener un gran número de amigos, establecer diálogos públicos, o recibir muestras de afecto en los cumpleaños, generan alta autoestima, mejora el concepto que tenemos de nosotros mismos: “Si tengo muchos amigos debe ser porque soy buen@”, ”Si se toman la molestia de felicitarme es que soy merecedor/a de atención”, etc.

Pero ¿Por qué es importante todo esto para nuestro bienestar interno? Es, una vez más, nuestra historia evolutiva la que nos da la clave.
 ¿Quién podría sobrevivir hace miles de años sin formar parte de un grupo? Ser aceptado era una cuestión de supervivencia, y nuestro cerebro se ha ido adaptando para conseguir esa habilidad de vivir en grupo y ser socialmente aceptado.
Quizá este conocimiento nos sirva para relativizar el malestar cuando las cosas no son como queremos. Si en un grupo social, un comentario tuyo es ignorado o rechazado y eso te genera malestar puedes recordar que no existe ninguna amenaza física real para ti en ese hecho, y que el malestar procede de ese impulso ancestral de pertenecer y ser aceptado en el grupo.
Volvemos a encontrarnos con el hecho de que está en nuestra mano elegir cómo nos sentimos, ya que frente al mismo hecho podemos dar distintas interpretaciones, y son esas interpretaciones las que nos hacen sentirnos felices o infelices.

Entradas relacionadas 
 Veíamos en ¿Por qué pensamos casi siempre en lo peor?  cómo también es nuestro pasado lo que nos marca en este sentido
Hablábamos también de la libertad de interpretar la realidad en ¿quien tiene el poder de elegir?