Os propongo un experimento: Cerrad los
ojos y sonreíd durante unos 10 ó15 segundos.¿No notáis un ligero soplo
de alegría, como un tenue rayito de sol en vuestro interior?
Sonreír nos produce felicidad. Ese
simple gesto que mueve al parecer 15 músculos, (pocos si comparamos con los 40 que se necesitan para fruncir el ceño), mueve también la secreción
de endorfinas en nuestro cerebro, sustancias que nos producen sensación
de felicidad, y es tan inocente nuestro cerebro, que aunque sólo
hagamos el gesto, esto es suficiente para disparar esa respuesta.
Richard Wiseman, psicólogo de la Universidad de Hertfordshire, nos sugiere un truco para sonreir aunque no tengamos ganas: Sujetar un lápiz con los dientes, de manera que así obligas a tu cara a componer un gesto parecido a la sonrisa, y eso es suficiente para promover esa sensación de alegría.
Richard Wiseman, psicólogo de la Universidad de Hertfordshire, nos sugiere un truco para sonreir aunque no tengamos ganas: Sujetar un lápiz con los dientes, de manera que así obligas a tu cara a componer un gesto parecido a la sonrisa, y eso es suficiente para promover esa sensación de alegría.

Os dejo aqui un clip de Redes en el que Wiseman trata sobre esto y algunas cosas más relacionadas con nuestras actitudes corporales y sobre cómo éstas influyen en nuestro estado de ánimo.