¿Por
qué para sentirnos realmente bien hace falta superar en número las
ocasiones en que experimentamos emociones positivas, y además en la
proporción de al menos, 3 por cada una negativa? (
es decir el ratio P/N>3).
La
razón parece estar en hecho de que las emociones positivas son
efímeras, nos dejan muy poca huella, al contrario de lo que ocurre
con las negativas, que nos impregnan durante mucho más tiempo.
Si
no, ¿piensa en la última vez que discutiste tu factura o tu
contrato con una compañía telefónica? ¿Cuanto tiempo te duró el
malestar o el enfado? ¿Afectó tu estado de ánimo a tu conducta en
alguna situación posterior que nada que nada tenía que ver?
Ahora
piensa en una situación en la que te ofrecieron un servicio
impecable, y quedaste completamente satisfecho ¿cuanto tiempo duró
la grata sensación? ¿sirvió ese estado de ánimo para mejorar el
resto del día?
Realmente,
las emociones positivas perduran menos, y según los estudios de
Fredrickson, el
efecto beneficioso no depende tanto de la intensidad de la emoción,
sino de la cantidad de ellas que experimentamos en un período de
tiempo. Es más una cuestión de frecuencia.
Esto
nos abre muchas posibilidades. No es necesario que nos ocurran
grandes y maravillosas cosas, sino que con las pequeñas
experiencias cotidianas podemos alimentar nuestro bienestar. Solo
tenemos que estar alerta para detectarlas. Y hay muchas más
ocasiones de experimentarlas de lo que a primera vista podemos creer.
#emociones , #psicologíapositiva
#emociones , #psicologíapositiva
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