Cuando te descubras con la
cabeza metida en el frigorífico buscando algo que comer, piensa:
¿es esto hambre?
Quizá sea aburrimiento y puedas
distraerte un rato con alguna otra cosa.
Quizá sea ansiedad y puedas calmarla
sentándote un rato a notar tu respiración y aflojar el cuerpo.
Quizá sea sed, y lo soluciones
bebiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tu comentario si lo deseas. Estaré encantada de contestarte.