A veces me asombra la extrema dureza
con la que nos tratamos a nosotros mismos, exigiéndonos
excesivamente, conformándonos con menos (de lo que sea) por sentir
que no nos lo merecemos, avergonzándonos por no haber sido tan
perfectos como creemos que deberíamos haber sido, negándonos la
oportunidad de experimentar cosas nuevas por miedo a equivocarnos o a
no hacerlo suficientemente bien.
Necesitamos ser más compasivos con
nosotros mismos. Chris Germer lo dice muy bien:
“Ser testigo de tu propio sufrimiento
y responderte a ti mismo con bondad y comprensión”
En el curso de ARC, simbolizamos este
afecto y compresión con un gran y amoroso árbol, una manera de
crear los caminos neuronales que necesitamos aprender a transitar.
Grande y sabía Luisa. Gracias por tu aportación a esta sociedad. 💚💚💚. Sara
ResponderEliminarSara, agradezco a la vida que este trabajo me permita acercarme a personas tan inteligentes, váliosas, sensibles y entrañables como tu. Es un privilegio haberte acompañado en algún momento de tu vida. Un abrazo fuerte
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