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martes, 18 de septiembre de 2018

Quedarnos con algo de las vacaciones...

De vuelta de las vacaciones, vamos poco a poco entrando en la rueda de lo cotidiano (eso si tenemos la suerte de no tener que entrar con la misma intensidad que lo dejamos) y vamos incrementando el ritmo hasta volver al mismo punto en que estábamos antes del descanso.
¿Qué podemos hacer para quedarnos con un poco de ese bienestar que nos dan las vacaciones?
Podemos dejar un camino de piedrecitas como Pulgarcito. En este caso, una foto, una piedra de la playa, una flor o una ramita que coges en el campo pueden  servir para conectar con esos momentos de calma. Y también recordar las cosas que solemos hacer, cómo nos  fijamos en los pequeños detalles, en el cielo, la naturaleza; cómo nos permitimos dormir más, pasar más tiempo con los amigos…
 ¿Realmente no podemos hacer esto durante el año, o no nos lo permitimos?   
mi conexión con la calma
Podemos utilizar esos pequeños objetos para sintonizar con ese estado en algún momento del día. Observando la foto, sintiendo en la mano la lisura de la piedra, o  aspirando el aroma de la ramita que conservamos, podemos, por unos minutos, cerrando los ojos, trasladarnos allí  y recuperar un poco de ese estado que nos hace sentir bien.
Tener esos objetos cerca en momentos de estrés  puede ayudar a recordar que hay algo más que las obligaciones, la prisa o la productividad.
¿Y tu? ¿Tienes algún objeto que te traslada a la tranquilidad?

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