El cuento dice más o menos así:
A la pregunta de quién es más listo, si las personas o
los camellos, el sabio contesta:
Los camellos, porque llevan sus cargas sin protestar,
y nunca piden más cargas, mientras que las
personas, por muy ocupadas que estén, siempre se llenan de más.
¿A alguien le suena esto de apuntarse a un bombardeo,
exprimirse, pretender estirarse como una goma, descuidarse?
¿Para qué nos sirve eso? Intuyo que para sentirnos más
valiosos.
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