Puedes ejercitar esa capacidad de atender mientras cocinas, mientras nadas, mientras haces tu cama, o incluso mientras saboreas una cerveza fresquita.
Yo hoy he practicado picando estos 4 calabacines y, por supuesto, han aparecido pensamientos que nada tenían que ver con lo que estaba haciendo.
La cuestión es, como decía, tratar de estar a lo que estás, con todos tus sentidos puestos en ello, y mantenerte firme ante los embates de los pensamientos que sin duda van a aparecer, sin dejarte arrastrar por ellos y recuperando tu atención tantas veces como sea necesario. Eso sí, con mucha paciencia y amabilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tu comentario si lo deseas. Estaré encantada de contestarte.