Cuando no nos queremos a nosotros mismos, nuestra falta de
confianza puede estropear una relación. Por ejemplo podemos llegar a ser más
susceptibles e interpretar ofensas donde
hay hechos casuales, confundir indiferencia
con animadversión, percibir agravios comparativos, o deducir que un despiste es
un signo de que la persona objeto de tu amor ya no se interesa por ti.
El amor puede reconducir estas interpretaciones, a través de
una buena y franca comunicación, pero esa franca comunicación requiere no tener
miedo a mostrarse uno como es, y para ello, es fundamental amarse uno mismo.
¿Cómo podemos amarnos más? Dicen que “conocer es amar”, y en
pocos casos es tan aplicable este adagio como en el conocimiento de uno mismo.
Y el autoconocimiento llega desde la mirada hacia el
interior, desde la comprensión que se produce cuando te dedicas unos minutos al
día a observar qué está ocurriendo en tu mente, qué sientes, o cómo está tu
cuerpo, y desde ahí, es más fácil ser compresivo y amoroso con uno mismo, y
desde ahí, podemos serlo también con los demás.
En el día del amor…ámate a ti mism@
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