Aunque ocurre siempre que hay responsabilidades, en especial
las mujeres vivimos mirando hacia afuera. Cuidando de hijos, de padres, de
pareja… Pero mirando poco hacia adentro, hacia lo que necesitamos también
nosotras.
Y es importante recordar: ¿Cuándo te cuidas tu? Darnos
cuenta de que podemos también pedir ayuda, retirarnos
aunque sea sólo un poco, ser prescindibles durante algunas horas.
Considéralo como la
recarga de batería necesaria para seguir
cuidando de los demás sin perderte en el intento. Desde el bienestar tuyo
puedes dar lo mejor de ti.
Si decides hacerlo, quizá te interese la propuesta de Coaching
con Alma para el fin de semana del 25 de octubre.
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